Etología y psicología del caballo.
ETOLOGÍA Y PSICOLOGÍA DEL CABALLO.
Este artículo pretende realizar una síntesis sobre etología y psicología del caballo, mediante la cual podamos adquirir conocimientos sencillos y prácticos que nos permitan mejorar la relación con nuestros caballos y por ende el adiestramiento que les proporcionamos.
La etología es la ciencia que estudia el comportamiento animal, con mayor preferencia de las conductas instintivas en medios naturales. Entonces, la etología del caballo se refiere al comportamiento de este animal en su habitat natural.
Por otro lado y de forma complementaria tenemos a la psicología del caballo que se refiere al modo en que los caballos entienden ciertos estímulos y señales, y a la reacción que estos les provocan, más bien en un ambiente doméstico.
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TABLA DE CONTENIDO
Instintos naturales
Grupos sociales
Jerarquías
Comunicación
Señales sonoras
Posturas y movimientos corporales
Cabeza, orejas y boca
Instintos naturales
El instinto más básico que tienen los caballos es la huída, que es un mecanismo de defensa para sobrevivir durante miles de años a los ataques de depredadores carnívoros como lobos y pumas.
Pasan en un estado de vigilancia permanente, incluso dormitan de pie sobre sus patas.
Poseen un instinto gregario que hace que los caballos se sientan a gusto en un grupo y prefieran la compañía de sus congéneres a la soledad.
Se revuelcan en la hierba, la arena, el fango o la nieve, para asearse, desprenderse de molestos insectos y librarse de picores.
Practican rituales de aseo mutuo
Grupos sociales
El harén es el núcleo social formado por el semental, las yeguas y sus crías de hasta 2 años. En ocasiones pueden unirse circunstancialmente dos o más harenes pero cada macho tendrá acceso exclusivo a las yeguas de su propio harén.
Existen otros grupos de machos solteros de entre 2 y 6 años, que pueden incluir a caballos maduros (15-17 años) que ya hayan cedido su harén. Los potros a partir de los 6 años buscarán formar su propio harén.
Jerarquías
Normalmente el líder de la manada es el semental aunque esto no siempre es así, pudiendo desempeñar este papel una yegua de temperamento más fuerte.
Frente a una amenaza, el líder conduce y protege al grupo desde atrás, mientras que la yegua madrina es quien va adelante y se dirige a zonas de mayor protección.
Los caballos siempre siguen a otro de rango superior. Esto hace que huyan del peligro sin dispersarse con lo que su probabilidad de sobrevivir es mayor.
Un caballo de rango inferior nunca sobrepasa a otro de mayor rango. Normalmente se ubica atrás y diagonal, llegando solamente hasta las espaldas de su superior.
Comunicación
Señales sonoras
Relinchos: Saludo, reconocimiento y cortejo
Bufidos: Excitación nerviosa
Chillidos: Provocación, excitación o enfado (por ejemplo las hembras durante el cortejo)
Bramidos: Gritos de lamento por rabia o temor intenso
Quejidos: Lamentos por esfuerzos continuos ( por ejemplo cuando paren o sufren un dolor muy agudo)
Gemidos: Sonidos que emiten cuando son montados o se levantan con mucho esfuerzo
Murmullo “humprf”: Estado de ánimo distendido y satisfecho
Posturas y movimientos corporales
Curvatura de su contorno poco marcado: Tranquilidad y relajación
Contorno curvado al máximo y músculos marcados: Exitación, señal de alarma
Cuello bajo con movimiento serpenteante: Para empujar la manada
Movimientos laterales de cuello: Cuando algo les disgusta
Retorcer el cuello: Frustración , intención hostíl, como si se desconectara de la realidad por unos instantes
Manoteo contínuo: Frustración o disgusto por no poder acceder a algo que desea
Cola levantada: Nerviosismo o excitación
Cola caída: Calma o desinterés
Poner la cola en “L”: Tensión, miedo, peligro de coz
Cabeza, orejas y boca
Sacudir la cabeza hacia atrás: Deseo de escapar, frustración o rechazo. Peligro de que se encabrite
Sacudir la cabeza hacia adelante: Señal de amenaza y posterior ataque
Mover la cabeza lateralmente: Señal de agobio y molestia
Orejas levantadas: Señal de alerta
Orejas hacia los lados relajadas: Distensión y descanso
Colocar orejas hacia atrás: Atención posterior , temor o sumisión
Orejas hacia atrás aplastadas y pegadas al cuello: Terror o furia
Boca cerrada y relajada: Estado de ánimo placentero
Boca abierta enseñando dientes: Tensión o enfado
En potros boca abierta y castañeteo: Sumisión ante caballos mayores
En machos levantar labio superior y enseñar dientes: Respuesta “Flehmen” (olor de orina de yegua en celo u olores muy fuertes que no están acostumbrados a percibir)
Ollares inflados: Estado de ánimo agitado
Ojos desorbitados: Sensación de pánico
Mentón tenso o arrugado: Estado de ánimo conflictivo
Sacar la lengua: Inseguridad, vacilación, estorbo
Hasta aquí hemos visto las principales características del caballo desde el punto de vista etológico. Es nuestro deber tomar en cuenta este comportamiento natural y aplicarlo a nuestra relación diaria tanto en la cría como en el adiestramiento. En el siguiente artículo nos concentraremos en la sensibilidad de los caballos ante los diferentes estímulos que reciben de los humanos, y cómo mejorar esta relación donde debe primar el respeto mutuo.
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Referencias bibliográficas:
Luz Aguilar Espinosa (2008). “El caballo: características, educación y cuidados”
Jo Bird (2004). “Cuidado natural del caballo”
“Diccionario de psicología científica y filosófica”
https://www.expertoecuestre.com/psicologia-del-caballo/”>