Que tipos de fusta hay para el caballo y su uso correcto en la equitación.
Que tipos de fusta hay para el caballo y su uso correcto en la equitación.
Tipos de fusta
La fusta es un instrumento que consiste en una vara flexible o un látigo con una trencilla de correa en la punta, que se usa para estimular a los caballos, encontrando así, varios tipos de fusta dependiendo del uso, la disciplina o actividad que practiquemos.
Además, es una ayuda artificial que sirve como extensión de las ayudas naturales, permitiendo al jinete llegar a partes del cuerpo del caballo que con un ligero toque le permitirá que el caballo mantenga la atención en el ejercicio, aumente el ritmo o mejore la actividad que esté realizando.
También se puede usar como refuerzo, ya que la fusta es un elemento más de corrección y de comunicación con el caballo, y por lo tanto, deberemos de pensar antes de usarla. El jinete nunca debe de castigar al caballo con ella.
Las fustas, se colocan en la mano del jinete y es éste el que debe de dar toques breves y precisos. El caballo debe responder con respeto, pero no con miedo.
Las fustas deben cogerse por la empuñadura y la cabeza del extremo debe sobresalir ligeramente de la mano. Normalmente, se suele coger con la mano interior, ya que es la pierna interior del caballo la que controla su ritmo de impulsión.
Hoy en día, las fustas están fabricadas con un alma de fibra de vidrio, que le da flexibilidad y ligereza, recubierto generalmente de Nylon trenzado.
Los mangos, así como las trallas y lengüetas, pueden ser de goma, poliuretano o cuero.
Podemos encontrar varios tipos de fusta en función de la disciplina o actividad que practiquemos, y el uso que le queramos dar.
Fusta de uso general o de paseo
Para practicar la equitación se suelen usar fustas de longitud media, entre 65 y 75 cm, de cuero, plastico, fibra de vidrio o mixtas.
Son rígidas, pero algo más flexibles que las de salto y pueden tener lengüetas de diversos tamaños. Suelen tener varios colores y modelos para elegir, y la mayoría disponen de una correa de muñeca para evitar que se caiga.
Fusta de salto
Las fustas de salto son características por ser cortas y bastante rígidas. Miden entre 50 y 70 cm.
fusta de salto
Su mango es algo más grueso, de cómodo agarre y de materiales antideslizantes.
El extremo de la fusta termina en forma de pico de pato llamado lengüeta, que al tocar al caballo provoca un ruido a modo de palmada que ayuda a que el caballo reaccione.
Se usan generalmente sobre las espaldas, y a los lados de la grupa.
Fusta de doma
Las fustas de doma son más largas que las de uso general o las de salto.
Miden entre 90 cm y 1,30 m. Son finas y flexibles, buscándose un efecto de zimbreo. Suelen terminar en un latiguillo muy fino.
No se coge por el extremo sino en un punto algo más bajo, próximo a su centro de gravedad.
Se suele llevar sobre el muslo del jinete, con la punta hacia abajo y como es más larga, llega hasta la grupa del caballo, donde se usa para corregir, conducir, pedir mayor actividad al caballo o reducir la rigidez de sus movimientos.
Se debe tocar al caballo en el costado, por detrás de nuestra pantorrilla o en su espalda.
Fusta de dar cuerda o de picadero, de enganche y doma natural.
Estos tipos de fusta tienen características muy similares.
Fusta de picadero
Son largas, con medidas entre 1,50 y 2,30 metros, ya que su utilidad principal se basa en conducir y controlar los movimientos del caballo a distancia, como cuando se le da cuerda en una pista redonda, formando círculos.
Están formadas por un cuerpo rígido y una tralla o látigo normalmente unidos con un quita vueltas, de ahí que también se las conozca como látigo.
Algunos modelos son telescópicos, pudiendo alcanzar longitudes mayores a 4 metros, como las que se utilizan para el volteo, que llegan a medir 4,5 metros.
Fustas de Salto y Cross Country
Su tamaño fluctúa entre 50 y 70 cm de largo. Contrario a lo que alguien pudiera imaginarse, la fusta no se aplica justo antes del salto. Es muy útil para mantener la atención del caballo durante todo el trabajo en pista.
Si un caballo rehúsa un obstáculo, no conviene castigar con la fusta. Para solucionar este tipo de problemas hay otras acciones que podemos realizar durante el entrenamiento, como recobrar la confianza del caballo bajando la altura del obstáculo o haciendo que siga a un caballo “confirmado”.
Fustas de Adiestramiento y Alta Escuela
Esta fusta es más grande que la anterior, con un largo entre 90 y 120 cm. La idea es emplearla sin soltar la rienda sino únicamente con un giro de muñeca. Se usa como correctivo cuando el caballo no está atento a cualquier ejercicio nuevo. También se emplea pie a tierra tocando las patas del caballo en los ejercicios de alta escuela. En ese caso su dimensión es más grande para tener mayor alcance, generalmente se usa la fusta de 150 cm
Fustas o trallas de trabajo
Su dimensión varía según el fabricante pero la más popular tiene un largo de 180 cm con un latiguillo o tralla de 200 cm. Activa al caballo cuando se lo trabaja a la cuerda. Existen también las desarmables y las telescópicas.
Cuando se aplica esta fusta para el Volteo suele ser un poco más larga llegando a tener un alcance hasta de 450 cm. (incluido fusta y latiguillo).
Fustas Vaqueras
En el campo también ha sido habitual el uso de fustas, varas o látigos según la tradición del país o sector. Se usan cuando el jinete/amazona están montados.
La Vara Vaquera
Esta vara de origen natural se la obtiene de árboles con ramas muy flexibles y duraderas. Para la doma vaquera española tradicionalmente se la usa de unos 90-110 cm y se la sujeta con la mano derecha hacia arriba. Ya en concurso no se permite su uso en caballos adultos domados, es opcional en caballos jóvenes y es obligatoria en la monta “a la amazona” que la debe sostener con la mano derecha y sujeta hacia abajo.
Látigo Western o de Vaquería
En la monta tipo western o la vaquería latinoamericana, se usa mucho un latiguillo de cuero que suele estar unido a la rienda. Su largo aprox está en 120 cm y su uso es netamente para activar al caballo hacia adelante.
Fustas de Doma “Natural”
Se las utiliza pie a tierra y sirven especialmente para desensibilizar al potro y para enseñar ejercicios en “libertad”.
En norteamérica los “horsemanship” han popularizado la fusta de 120 cm con latiguillo desmontable de aprox. 150 cm.
En otras partes del mundo utilizan fustas de diferentes dimensiones para enseñar a los caballos ejercicios circenses.
Recomendaciones generales
Durante la monta, antes de corregir con la fusta podemos utilizar la ayuda de “la voz” para indicar al caballo que no ha realizado bien un movimiento o ejercicio. Por ejemplo para mantener un aire básico, primero daremos un “chasquido” con la lengua para que el caballo no cambie de aire por su propia cuenta. Si esto no ha dado resultado, entonces aplicaremos la fusta.
La fusta se usa principalmente como correctivo en caballos jóvenes. Por ejemplo cuando pedimos avanzar a un caballo con la ayuda de nuestras piernas y éste no obedece, debemos dar un toque breve y seco con la fusta. El caballo reaccionará y estará más atento para un nuevo pedido de pierna. Así no tendremos que aplicar una pierna más fuerte ni tampoco usar espuelas para obtener el efecto deseado.
La fusta sirve para llamar la atención del caballo. Su sola presencia puede hacer que el caballo esté más obediente y dispuesto. Habrá ocasiones que no topemos al caballo con la fusta, en ningún momento de la sesión de trabajo.
En la doma, la fusta sirve también para mejorar la actividad de los posteriores. Esta debe ser aplicada justo detrás de la pantorrilla. Usarla en el flanco o detrás de la montura no tiene sentido ya que el caballo suele reaccionar levantando la grupa pero sin mejorar la actividad de los posteriores.
En equitación clásica, debemos adquirir la habilidad necesaria para cambiar de mano la fusta. Siempre que sea posible, la llevaremos con la mano interior del ejercicio que estamos trabajando. Ojo, la mano interior es la que está hacia dentro de la incurvación del cuello del caballo y esto no siempre coincide con el interior del picadero.
No utilizar la fusta cuando estemos enfadados. Ocasionalmente un caballo puede hacernos perder la paciencia. Es entonces cuando debemos evitar castigar al caballo y tratar de tranquilizar nuestro ánimo. Necesitamos informarnos de cómo funciona el cerebro del caballo para poder actuar de la manera más correcta y eficiente. El caballo debe reaccionar con respeto, pero no con miedo a la ayuda de la fusta.